Año Jubilar Mariano

En 2006, Su Santidad el Papa Benedicto XVI concedió a la Archicofradía, a través de la Sagrada Penitenciaria Apostólica, la celebración de un Año Jubilar Mariano con ocasión del 50º Aniversario de la incorporación de la imagen de María Santísima del Amor Doloroso a la misma y del 25º de su Coronación Litúrgica.

El Decreto, fechado el 29 de junio de dicho año, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y firmado por el Penitenciario Mayor de la Santa Sede, el Cardenal Jacob Francis Stafford junto al Secretario de la misma, el franciscano conventual Giovanni Francesco Girotti, concede Indulgencia Plenaria y Bendición Papal todos los días comprendidos entre el 5 de mayo de 2006 y el 30 de diciembre de 2007, a los cofrades y fieles en general que cumplan con los requisitos establecidos, especialmente en todas las solemnes celebraciones que la corporación organice en honor a la Virgen.

La concesión de tales privilegios fue solicitada en marzo de 2006 por la Archicofradía a través de un exhaustivo expediente que recogía la historia, los antecedentes devotos de la titular mariana y los proyectos religiosos, caritativos y formativos programados durante la celebración de tales aniversarios. Entre ellos, destaca sobremanera la construcción de una Escuela de Adultos en la Misión Diocesana que la Iglesia de Málaga mantiene en Caicara del Orinoco (Venezuela). Esta solicitud, que se enmarcaba en los actos del V Centenario de la erección canónica de la Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, fue tramitada personalmente por el Obispo de Málaga, Monseñor Antonio Dorado Soto, quien, desde un primer momento, apoyó esta iniciativa con todo entusiasmo.

Estos privilegios pontificios suponen un tiempo de gracia que el Sumo Pontífice concede con singulares indulgencias y beneficios espirituales para los fieles, a imitación y en recuerdo del Año Jubilar de los Israelitas mencionado en el Antiguo Testamento. Por tanto, durante el periodo jubilar, los fieles que visitaron la Parroquia de los Mártires y, de modo similar, la Capilla Sacramental de Pasión, donde se venera la imagen de María Santísima del Amor Doloroso, pudieron beneficiarse de semejantes prerrogativas.

En el contexto español, y además de los Años Jubilares Xacobeo (de Santiago Apóstol), Lebaniego (Santo Toribio de Liébana), además de algunos otros concedidos a Santuarios Marianos (como el de la Virgen de Consolación de Utrera, para el presente 2007), pocos recintos sagrados han tenido la dicha y la oportunidad excepcional de vivir un Año Jubilar. En el caso concreto del concedido occassione Mariani Iubilaei B. Mariae Virg. Amoris Perdolentis, tan feliz efeméride supuso asimismo la primera vez en la Historia de la Iglesia que estos privilegios recayesen en la imagen titular de una corporación penitencial de Semana Santa. Por lo tanto, el Año Jubilar Mariano dedicado a María Santísima del Amor Doloroso ha representado una vivencia religiosa única para la ciudad de Málaga.

Un solemnísimo Te Deum en la Capilla de la Archicofradía daba inicio al intenso programa de cultos y actividades que jalonan la trayectoria del Año Jubilar. Con todo, la proclamación de esta efeméride tendría lugar el 12 de septiembre de 2006, al procederse a verificar el rito de apertura de la Puerta Santa. Esta antigua costumbre simboliza el peregrinar del Pueblo de Dios tras los pasos de su Pastor, una vez que tras una breve celebración de la Palabra de Dios, tres golpes de martillo sirven de indicación simbólica para que el corazón de los creyentes –templo del Espíritu Santo- abra sus puertas a Cristo, al compás que ceden las puertas materiales del templo construido. Seguidamente, y a tenor de las prescripciones del Ritual, las jambas y hojas son asperjadas con agua bendita y se inicia la comitiva encabezada por el Obispo y la congregación de fieles.

Desde ese instante hasta la culminación del Jubileo, el acceso lateral de la Parroquia de los Mártires fue por la Puerta Santa, convenientemente adornada y ennoblecida para este propósito con colgaduras y enseñas pontificias, junto a un gran óvalo dorado -pintado por José González Rodríguez- que muestra en letras capitales romanas la inscripción: VENITE AD PORTAM SANCTAM SUB AMOREM PERDOLENTEM MARIAE.

La Proclamación del Año Jubilar marcaba, igualmente, el arranque del Triduo a María Santísima del Amor Doloroso, durante los días 12, 13 y 14 de Septiembre, culminando el 15 con la Función propia de la Festividad de los Dolores Gloriosos, precedida de la Vigilia Mariana. El carácter extraordinario de estos cultos, en complicidad con la efemérides jubilar, pudo advertirse en su montaje con carácter excepcional en la Capilla Mayor de los Mártires. En esa misma línea de dotar de una impronta singular el pulso diario de la Archicofradía durante este período, el tradicional Rosario de la Aurora tuvo la singularidad de desarrollarse por campanilleros, merced a la participación del Coro y Orquesta de Plectro del Centro Filarmónico de Aguilar de la Frontera (Córdoba).

Junto a los dos Ciclos de Conferencias –María Reina: Creencia y Liturgia y Amor Doloroso: Vínculo e Imagen- una Exposición y otras actividades pasadas, presentes y futuras, el 5 de mayo de 2007 dirigió el rumbo del Año Jubilar hacia los acontecimientos más emotivos y solemnes del ambicioso programa de actos diseñado al efecto. En dicho día, la Solemne Función conmemorativa del 50 Aniversario de la bendición de la imagen mariana marcaba la cuenta atrás hasta el 21 de octubre en que tuvo lugar la Solemne Misa Pontifical de Acción de Gracias en la Parroquia de los Santos Mártires, presidida por Monseñor Manuel Monteiro de Castro, por aquel entonces Nuncio Apostólico de Su Santidad en España. En la tarde del 20 de octubre, tuvo lugar la Procesión Jubilar Extraordinaria de la Virgen en su trono procesional, haciendo un breve y memorable recorrido triunfal por las calles del Centro Histórico hasta llegar a la Parroquia de los Mártires.