EL VALOR DE LO QUE CUESTA CONSEGUIR
Aun no se nos borra del recuerdo el momento en el que el palio para nuestra Madre, por fin finalizado, quedó dispuesto en la iglesia de San Julián en la víspera de su presentación y bendición; y es que durante su montaje cada paso nos acercaba más al instante en que contemplaríamos el resultado. Ya nos había admirado, sin sorprendernos, la maestría y calidad en la ejecución del bordado, constatada en cada visita al taller de Joaquín Salcedo; la fidelidad en la reproducción del incomparable y regio diseño que siendo obra de nuestro hermano Fernando Prini, no puede encerrar más que cariño, entrega y perfección. También nos habíamos quedado maravillados cuando tras su recepción, en la casa hermandad, procedíamos al anclaje de las bambalinas al nuevo cielo del palio y con nerviosa impaciencia lo alzábamos sobre nuestras cabezas, ese momento fue el de emocionarnos con la realidad de un sueño largamente perseguido.
Pero en esa noche previa a su bendición, por primera vez íbamos a poder contar con la altura y las perspectivas que permiten las proporciones de una iglesia y añadir el resto de elementos que componen la totalidad de nuestro palio; nuestras 16 barras de orfebrería. Y así, con la impresionante visión de esta obra de arte suspendida a cuatro metros de altura, la colocación de cada barra nos fue llevando hasta la visualización del conjunto, poco a poco, saboreando cada nuevo matiz, cada nuevo efecto.. cuando todo estuvo en su sitio, y la iluminación bien distribuida, no pudimos más que guardar un momentáneo silencio, suspirar largamente y emocionarnos.
Y es que no hay nada que tenga más valor, que aquellas cosas que nos cuesta conseguir. Y nada menos que tres décadas han tenido que pasar para que llegara esa noche en la que los más mayores de los presentes recordábamos cada acuerdo, cada logro y cada dificultad, cada parón del proyecto para atender otros más urgentes o más asequibles otros. Los más jóvenes ni siquiera habían nacido cuando empezó a fraguarse este sueño, pero han vivido con la misma intensidad, el orgullo, la satisfacción y la transcendencia que representa no solo como aportación al patrimonio de la Archicofradía, sino como ofrenda de Amor y veneración a nuestra Madre del Amor Doloroso.
La puesta en escena aún requería nuestra atención para exponer con la mayor dignidad el resto de elementos que vienen a culminar el conjunto procesional de nuestra Sagrada Titular: las imágenes en plata de ley de los Santos Patronos de Málaga, San Ciriaco y Santa Paula, magistrales piezas realizadas por el taller de orfebrería Montenegro, tomando como modelos a las tallas de los mismos que ocupan el altar mayor de nuestra parroquia, y el “sobre palio”, elemento de reciente incorporación al que aún pocas cofradías hemos prestado la atención necesaria y que complementan la presentación del conjunto. En nuestro caso y a juzgar por el resultado, no nos equivocamos al encargarlo a Pablo González a quien agradecemos su buen hacer y aportación, con esta obra que literalmente “corona” el trono. Todo quedó dispuesto para ser compartido, para que a partir del día siguiente todos los hermanos pudieran disfrutarlo y sentirlo como algo suyo, pues esta realidad es posible gracias a las aportaciones que todos hemos hecho y que tendremos que seguir haciendo en los próximos años.
Fue el 23 de abril cuando llenos de gozo y orgullo nos reuníamos para ser testigos de su bendición; quisiéramos no haber cabido en San Julián y sabemos que así hubiera sido si la normativa sanitaria no lo hubiese impedido; un reducido aforo nos limitaba a solo 85 asistentes. Las intervenciones del consiliario de patrimonio, José Manuel Garcia Torres, y el Albacea General, Salvador Arias Nadales, nos adentraron en un resumido recorrido histórico resaltando las fechas más significativas en la evolución de un palio, que comenzó a proyectarse allá por 1989 y viene a culminarse ahora. También nos fue descrito el desarrollo iconográfico de trono de María Santísima del Amor Doloroso, y cómo el mismo viene a sugerir, y en cierto modo a exigir, que el conjunto venga rematado por el diseño específico de este palio con tanta simbología implícita. Igualmente nos hicieron revivir el seguimiento de las tareas de bordado que se iniciaron en octubre de 2019, y que ni siquiera el maldito virus ha podido frenar.
Por último, las palabras de nuestro Hermano Mayor, visiblemente emocionado, quisieron evocar un paralelismo entre el devenir de la hermandad desde su fundación y la consecución de este proyecto hoy finalizado, en cuanto a dificultades y contratiempos enfrentados a la voluntad, a la iniciativa y esfuerzo de muchos que han dejado su trabajo y parte de su alma en nuestra ya no tan corta historia. Finalmente vino a resaltar la importancia de la belleza contenida en el arte, como vehículo que nos puede conducir a Dios, y poniendo en valor la convergencia de la maestría de los cuatro artistas involucrados en la finalización del Joyero creado para el Amor Doloroso de nuestra Madre procedió a la entrega de distintos recuerdos como signo de agradecimiento a los mismos.
Con la bendición de todas las piezas presentadas, por parte de nuestro Director espiritual, el Muy Ilustre Reverendo don Felipe Reina Hurtado, concluimos esta bendita jornada dando gracias Dios por habernos concedido poder vivirla en alegría y hermandad.