La compañía de Jesús, protagonista de las «Marías» en 2018

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Las “Marías” que iluminarán el rostro de nuestra Madre en 2018, pretenden homenajear a la orden Jesuita, institución que radica en la feligresía de los Santos Mártires y que en el presente año vivirá un momento excepcional: la beatificación del padre Tiburcio Arnáiz Muñoz. Los restos de quien se preocupara por la formación de los malagueños mediante las ‘doctrinas rurales’, descasan en la vecina Iglesia del Sagrado Corazón, convertida desde hace tiempo en centro de peregrinación al que acuden frecuentemente fieles para postrarse ante su tumba.

De esta manera, cuatro de las seis “Marías” contendrán las efigies de otros tantos miembros idosincráticos de la Compañía: Ignacio de Loyola (1491-1556), fundador de la misma e impulsor del carisma de austeridad, obediencia y acción que impregna la vida jesuítica; Francisco Javier (1506-1552), conocido como el ‘apóstol de las Indias’ por su labor evangelizadora y misionera en el Oriente asiático; Francisco de Borja (1510-1572), ejemplo de renuncia a los bienes terrenales y firme defensor de la Eucaristía como fuente de vida; y Tiburcio Arnáiz (1865-1926), cuya labor pastoral en Málaga, en especial en la zona del Perchel malagueño, sigue siendo hoy recordada.

El espíritu ignaciano, ejemplificado en la oración directa a Dios y en el culto mariano, enlaza perfectamente con el carisma propio de nuestra Corporación nazarena. De ahí que las otras dos “Marías” muestren emblemas evocativos de la devoción al Cuerpo y a la Sangre de Cristo, así como a los Dolores de María Santísima. Dos instituciones que –salvando las distancias históricas y la trascendencia de sus acciones– conocen las dificultades con las que a veces sorprende el diario devenir, siendo ejemplo de superación, constancia y fidelidad a Dios.