A las ocho de la mañana, del pasado domingo 15 de octubre, daba comienzo el rezo de Laudes en el interior de la Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula seguidos de una monición de salida que terminaba diciendo «Que se abran las puertas para la Reina de cielos y tierra y que, como dice la copla: que las piedras se vuelvan brillantes, por donde tu Aurora tenga que pasar» y en ese momento se abrieron las puertas del templo, dando así comienzo la procesión del XLVIII Rosario de la Aurora de María Santísima del Amor Doloroso bajo los acordes de campanilleros de la Camerata Ipagro.
La Cruz-Guía cruzaba el umbral de la parroquia flanqueada por dos faroles. Ya despuntaba el día y, con una preciosa luz, llegaba nuestra Madre a la Plaza de la Constitución mientras se rezaba el Santo Rosario por las calles de la feligresía dirigido por D. Rafael Carmona, Diácono permanente y, tras cada misterio, una copla por campanilleros en honor a nuestra Señora.
A las diez de la mañana, el cortejo regresaba a la Parroquia, la Virgen del Amor Doloroso avanzó hasta ser situada en la puerta de la Sacristía al son de la «La Estrella Sublime» interpretada con guitarras y bandurrias, para quedar situada en la puerta de la sacristía durante la Eucaristía que vivimos en hermandad a partir de las 10.30 horas.
Tras la Santa Misa y con la Camerata entonando la marcha «Virgen del Amor Doloroso», nuestra Bendita Madre fue llevada de nuevo a la capilla de la hermandad cantándose el «Salve Madre» a la finalización del acto.
María Santísima del Amor Doloroso, ruega por nosotros.
